En la operación de estiramiento vaginal, se cortan la entrada y la pared posterior de la vagina con un láser, se elimina el exceso de tejido expandido y se reduce el diámetro de la vagina. Con este método, no sólo se estrecha la entrada a la vagina, sino también toda la vagina.

Dado que el tejido sano no se daña al cortar el tejido, la hinchazón postoperatoria es menor. Otra ventaja es que proporciona control del sangrado durante la operación.

El estiramiento vaginal asistido por láser es la técnica de estiramiento vaginal más comúnmente preferida en Los Ángeles.